Seguro que siempre quisiste visitar una fábrica de chuches, y viendo la película Charlie y la fábrica de chocolate te imaginabas que todas eran así. Incluso a nosotros nos pasa, y eso que trabajamos en el sector.

Visitar una fábrica de chuches es una experiencia única, un disfrute para los sentidos, y, a la vez, es como transportarte a otro planeta. No hay muchas similitudes con la de Willy Wonka, ya que las reales son lugares estériles, súper limpios y en los que no hay lugar para la improvisación. Aun así, la visita es tan chula que nos encantaría que todos tuvieseis la posibilidad de entrar.

Como no podemos teletransportaros a todos a Murcia, por ejemplo, donde están las fábricas de Fini y Vidal, hoy te traemos un vídeo que hicimos en una escuela de Confitería industrial alemana, la ZDS, donde nos explicaron el proceso de las golosinas industriales, a pequeña escala.

El proceso es sencillo:

• Primero se crea la pasta de golosina. Una receta compuesta básicamente por glucosa y otros azúcares, gelatina, zumo de frutas o el sabor deseado, y colorantes (artificiales o naturales). Se cocina esta masa hasta disolver los ingredientes y conseguir el porcentaje de humedad deseado.

• Con esa base lista, se preparan los moldes. Y digo que se preparan, porque los moldes de golosina no son, como casi todo el mundo se imaginaría, unos moldes de silicona o similar. Los moldes son una base de almidón de maíz, sobre la que se “estampa” la forma de la golosina deseada. Como un sello invertido.

• Se rellenan los moldes. Y se meten en una cámara para curar las golosinas, y reducir su porcentaje de humedad todavía más. Esto hace que las chuches ganen textura.

• Una vez han pasado unas horas (dependiendo del tamaño y textura de la golosina, pasan unas pocas horas o más de 1 día en la cámara), se separan las golosinas del almidón y se rocían con una fina bruma de aceite, para que no se peguen entre sí y ganen su característico brillo.

• En caso de las chuches que llevan pica, estas se pasan por vapor y se bañan en el azúcar mezclado con polvos pica pica.

• El último paso, es el de embolsar las chuches para mantenerlas frescas y con la textura ideal el máximo tiempo posible.

Esperamos que este resumen del proceso de fabricación de las chuches, aunque corto, te haya resuelto alguna duda. ¿Sabías que los moldes de chuches se hacían así?

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