Planes para sorprender en San Valentín

Se acerca la fecha más romántica del año y muchas veces, aunque San Valentín siempre cae el 14 de febrero, a algunxs parece que siempre les pilla el toro ;).

Este año queremos que no pase lo mismo, y por eso hemos decidido avisaros con mucha antelación, porque lo más bonito de ese día es saber que alguien se ha tomado un momento para pensar en ti.

Así que, sin más dilación, os traemos 5 planes para sorprender este San Valentín:

1.       Desayuno en el sofá. La verdad es que no somos muy de desayunar en cama así que hemos puesto nuestra versión favorita, desayuno en el sofá.
Prepara un desayuno con amor, que es lo más importante, y colócalo en el salón antes de que él o ella se despierten. No estaría de más añadir unas velas o una película romántica a la ecuación. Despertar con esta sorpresa es la mejor forma de empezar el día.

2.       Plan de peli en casa. Elige la película favorita de la otra persona, o una que llevéis tiempo queriendo ver. Haz unas palomitas, prepara unas chuches y ten todo listo para cuando llegue a casa. A veces, una tarde de relax es lo único que necesitamos. Te dejamos aquí un post sobre cómo organizar una tarde de cine perfecta.

3.       Sorpresa en el trabajo. ¿Por qué no haces de un día normal en el trabajo, algo especial? No se trata de hacer algo muy extravagante, pero enviar flores, o unos bombones, aunque suene a cliché, mola. Y es que realmente, ¿a quién no le pueden alegrar unos bombones a media mañana?

4.       Clase para dos. Parece que conforme crecemos, no encontramos tiempo para aprender nuevas cosas. Ir a una clase de pintura, cerámica o cocina acompañada de alguien especial puede ser el planazo que estabas buscando para sorprender.

5.       Cena y cócteles caseros. Lúcete con tu plato estrella y acompáñalo con un cóctel, o varios, para terminar el día de la mejor manera. En nuestro Instagram hemos subido una receta de sorbete de limón para chuparse los dedos.

Esperamos que tomes nota de estos planazos, y que te animes con alguno. Al final, son las pequeñas cosas del día a día las que hacen que esta vida sea tan dulce.

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