- ¿Sabías que...?
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¡Hola de nuevo!
Te explicamos ya cómo se fabrican las golosinas, y queremos hacer lo mismo ahora con el chocolate.
¿Has visto alguna vez un haba de cacao? Entre las pepitas y la tableta, hay un proceso laborioso, que vamos intentar resumir al máximo para ti.
1. El primer paso es la fermentación de las pepitas del cacao. Estas llegan a la fábrica fermentadas y allí se hace el test de fermentación, en el cual se toma una muestra de habas, y se cortan por la mitad para ver su color. Este test dará una idea de en qué estado llegan las habas y la uniformidad de su fermentación.
2. Tueste: Se limpian y tuestan los granos.
3. Descascarillado: Se “pelan las habas”, se les quita la piel protectora hasta dejar el haba limpia. Estas pepitas ya son aptas para el consumo y son lo que comúnmente conocemos picado como nibs o grue de cacao.
4. Molido: Se muelen las pepitas hasta conseguir licor de cacao. Que es una pasta de textura similar a la mantequilla de cacahuete.
5. Prensado: Una vez conseguida esta pasta, se prensa hasta separar lo líquido (manteca de cacao) de lo sólido (pasta de cacao). La pasta de cacao se pulveriza hasta conseguir cacao en polvo.
6. Mezclado: Con el licor de cacao, manteca de cacao y otros ingredientes (leche, vainilla, azúcar, soja…) se hace una pasta que tiene todos los elementos de la tableta final. Pero esta pasta hay que afinarla más, y así llegamos al siguiente paso.
7. Refinado: Pasando la mezcla por unos rodillos, conseguimos una masa más fina y suave.
8. Conchado: El chocolate ya se parece mucho al que nosotros conocemos, pero faltan dos pasos súper importantes. El conchado es un proceso mediante el que se amasa el chocolate a una temperatura de 60ºC aproximadamente durante horas o días, en el conchado, el chocolate cambia de sabor y textura, hasta el deseado por la fábrica.
9. Atemperado: Las partículas de manteca de cacao tienen que formar cristales estables para que no acaben saliendo las típicas manchas blanquecinas en las tabletas, que no son más que manteca de cacao libre. Para esto, se lleva el chocolate a diferentes temperaturas. Una vez atemperado, se echa en los moldes de bombones o tabletas (entre 28 y 32ºC) y se enfría.
Esperamos no haberte liado mucho y que el proceso te haya parecido interesante. Te dejamos con un vídeo de menos de 1 minuto que grabamos con el proceso a pequeña escala.