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¡Hola de nuevo!
Hace unas semanas compartíamos en instagram una mesa dulce que hicimos dando la bienvenida a la primavera. Utilizamos para montarla el pack de mesa dulce amarilla y, además, coronamos la mesa con una carrot cake preciosa.
Prometí que subiría la receta para que todos pudieseis hacerla en casa, y aquí la tenéis.
La receta es sencillísima, ¡lo prometo! Siguiendo los pasos al pie de la letra ¡sale una tarta deliciosa!
No me quiero liar mucho más, os dejo con ella. Espero de corazón que la hagáis, la compartáis con vuestros amigos y familiares, y se convierta en vuestra tarta estrella.
Para empezar, necesitáis:
Para el bizcocho:
140 gramos de mantequilla
320 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura
½ cucharadita de sal
1 cucharadita de canela
½ cucharadita de nuez moscada
½ cucharadita de jengibre en polvo
400 gramos de azúcar moreno
3 huevos
250 gramos de compota de manzana (sin azúcar)*
1 cucharada de aroma de vainilla
300 gramos de zanahorias ralladas
85 gramos de nueces tostadas y picadas
Para el glaseado de queso crema:
680 gramos de queso crema (tipo philadelphia) a temperatura ambiente
230 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada de aroma de vainilla
1 cucharadita de canela
¼ cucharadita de sal
625 gramos de azúcar glass
*Yo en este caso, utilicé los típicos potitos de bebé de manzana sin azúcar porque no tenía tiempo de hacer la compota. Ahí os va el truco por si lo queréis utilizar. Añadir compota de manzana o similar hace que la tarta esté mucho más jugosa, ¡vale la pena no saltarse este ingrediente!
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Instrucciones:
Para el bizcocho:
Derrite la mantequilla en un cazo y déjala cocinándose a fuego lento unos 5-10 minutos hasta que tenga un color ámbar y un aroma a avellana. Una vez llegados a este punto, échala en un bowl metálico y deja que la mantequilla enfríe. Las partes sólidas de la mantequilla se tostarán, asegúrate de añadir eso también al bowl ya que es lo que contiene todo el sabor.
En otro bowl mezcla la harina, sal, levadura, canela, jengibre y nuez moscada.
Añade a la mantequilla tostada el azúcar, los huevos, la compota de manzana, la vainilla y las zanahorias en este orden. Cuando esté todo bien incorporado, añade los ingredientes secos con las nueces.
Engrasa bien tres moldes redondos (o dos moldes de tamaño grande). Separa la masa uniformemente en los moldes y hornea los bizcochos 30 minutos a 180 grados.
Para el frosting:
Bate el queso crema, la mantequilla, la vainilla, la canela y la sal hasta que la mezcla esté cremosa y aireada. Añade el azúcar poco a poco.
Es importante que el queso crema y la mantequilla estén a temperatura ambiente para poder integrar bien los ingredientes, pero si ves que la textura es muy blanda como para montar la tarta, puedes meter el glaseado en la nevera para que enfríe y coja consistencia antes de llegar al siguiente paso.
Montaje:
Corta por la mitad los bizcochos completamente fríos.
Monta la tarta intercalando capas de bizcocho con capas de crema.
¡Decora la tarta con zanahorias de golosina para darle el toque final!
Eso es todo,
¡Estoy deseando ver vuestras creaciones!
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Un dulce saludo,
¡Hasta la próxima!
